Adiós Mi Casi Amante
se escuchaa lo lejos y con lágrimas en los ojos
Bella se retira con un último susurro
– Adiós mi casi amante.
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Me encuentro en la Push, hace tanto que no venía por aquí, más exactamente desde que escogí a Edward por encima de Jacob (suspiro frustrada) - ¿habré tomado la decisión correcta? – la respuesta - claro que sí, yo amo a Edward, el es como una droga para mí, es curioso pues él decía lo mismo acerca de mi sangre, él y yo nos necesitábamos mutuamente, la vida sin él era horrible, una tortura, una por la cual no quiero volver a pasar jamás.
En aquellos días, cuando Edward se había marchado llevándose con el toda mi alma y mis ganas de vivir, me había hundido en una depresión que ni siquiera Hamlet hubiera comprendido y eso es decir mucho, me había hundido de tal manera que no había forma de salir del hoyo en el que estaba, básicamente porque el hoyo se originaba en mi, en mi pecho, en mi corazón, yo era presa de mi propio dolor, pero eso estaba bien, pues el dolor era la única prueba que tenía de que Edward había estado en mi vida…
En esos días estaba segura de que iba a vivir, más bien a subsistir en este mundo solo buscando el peligro para ver mis alucinaciones en las que el aún se preocupaba por mí, estaba segura de que solo “viéndolo a él” sobreviviría… o al menos… eso creía.
No sabía cuan equivocada estaba, si había otra forma de poder salir de mi oscuridad, al menos de la mayor parte de ella, y esa forma era… Jacob Black, mi amigo.
Me interné en la reserva Quileute, todo ahí era tan familiar, tan cálido y reconfortante como solo mi Jake podía ser. Observo mi anillo de compromiso, nada podría hacerme más feliz ahora, bueno… solo una cosa, que mi mejor amigo estuviera aquí.
Sigo mi camino, lo único que escucho son mis pies chocar contra la tierra húmeda y algunas rocas, a mi alrededor el olor a lluvia y hojas secas dominaba, y eso solo me traía recuerdos de mi Jake – suspiro frustrada – lo último que supe de él fue que estaba en Canadá, el se había ido, se había marchado de mi lado, yo ya no contaba con su apoyo, el debía estar odiándome en este momento y a decir verdad yo no lo culpaba, de hecho le daba la razón en odiarme, incluso tenía ganas de hacerlo yo misma.
El siempre había estado ahí esperando por mí, yo lo sabía y sin embargo, no supe corresponderle, estaba tan ciega que no pude distinguir que también lo amaba a él, sin embargo, eso no hubiera cambiado nada, amaba a Jacob, y amaba a Edward, sin embargo había una gran diferencia, yo sabía sin quien no podía vivir.
En mi caminata llegue sin darme cuenta al acantilado del cual yo había saltado hace tiempo, casi había muerto en esa ocasión pero Jake llegó a tiempo… Una lágrima traicionera bajó por mi rostro, echaba tanto de menos a Jake… y los carteles que mi padre había puesto en todo Forks, pidiendo información sobre si alguien lo había visto pues desconocía la verdad, solo me hacían sentir aún más culpable.
Me senté en un tronco, últimamente mis sentimientos se encontraban unos con otros, ya nada era coherente en mis pensamientos, estaba triste aunque cuando estaba con Edward fingía total indiferencia a la situación, aunque yo sabía que él se percataba de mi estado y que eso lo hacía sentir infeliz, yo no podía seguir así, no quería estar triste, quería a mis amigos y a Edward conmigo, y si Jacob no estaba tendría que sobrellevarlo, no podía seguir aguándole los días a Edward.
Por eso es que había decidido venir a La Push, esperaba poder resolver todos mis problemas aquí, esperaba superar a mis emociones y ponerme de acuerdo conmigo misma.
Recuerdo todas las veces que busque a Jake, el era el único que ME hacía sentir bien, el único que no me juzgaba, el único que no pretendía que olvidara nada, el único que sabía que solo necesitaba que este ahí para mi, el único que me trataba de la misma manera aún cuando estaba tan deprimida, el único que no me trato con lástima aún cuando yo sentía lastima por mí misma, el único….
La punta de tus dedos sobre mi piel
Palmeras, que se mecen en el viento...
Imágenes...
Palmeras, que se mecen en el viento...
Imágenes...
Tú me cantaste canciones de cuna españolas
Con la tristeza más dulce en tu mirada
Ingenioso truco
Con la tristeza más dulce en tu mirada
Ingenioso truco
Recuerdo todas las veces que me apoye en su hombro a llorar, todas las veces que me regalo esas sonrisas que iluminaban mis días tormentosos días convirtiéndolo en mi sol personal.
En mi mente persisten las imágenes de los dos en aquel campo en el que me enseño a conducir motocicleta y en como cuido de mi aún cuando debió dejarme sola por cometer tal estupidez solo por ver una ilusión.
Nunca pensé que entre nosotros iba a despertar un sentimiento mas allá de la amistad, ¡que torpe fui al no ver lo que sucedía!, tal vez si lo hubiera presentido, hubiera podido advertirte a tiempo para que te alejes de mi, para que no te enamores, pues yo no nunca te podría corresponder como es debido.
Estoy consciente de que parte de mi corazón es tuyo, pero también estoy consciente de que mi corazón lo eligió a él y no a ti, ojala no me hubieras hecho hacer esa elección, ojala no me hubieras hecho decir esas palabras que ahora me atormentan en las noches, esas palabras acompañadas con la imagen de tu rostro envuelto en tristezas me corroen hasta los huesos de dolor, debo decir que al final fue un ingenioso truco, innecesario eso sí, porque con o sin tormento sigues en mi mente.
Bueno, yo nunca quise verte siendo infeliz,
Y pensaba, que tú querías lo mismo para mí.
Adiós, mi casi amante
Adiós, mi sueño desesperado
Intento, no pensar en ti
¿Por qué no puedes dejarme en paz?
Vete, mi romance infeliz
Te he dado la espalda y tuve que haber sabido,
Que me partirías el corazón,
Así como siempre lo hacen los casi amantes.
Y pensaba, que tú querías lo mismo para mí.
Adiós, mi casi amante
Adiós, mi sueño desesperado
Intento, no pensar en ti
¿Por qué no puedes dejarme en paz?
Vete, mi romance infeliz
Te he dado la espalda y tuve que haber sabido,
Que me partirías el corazón,
Así como siempre lo hacen los casi amantes.
No quiero la infelicidad de Jake, deseo que sea feliz, quisiera tenerlo a mi lado como antes, para que juntos disfrutemos nuestras penas y alegrías, se que sería difícil y que es mucho pedir pero… ¿que acaso él no me prometió que iba estar siempre para mí?... ¿Qué nunca me haría daño?
- La verdad es que no lo estas cumpliendo Jake, puedo ser feliz con Edward, eso lo sé y lo sabes, pero si realmente quisieras mi felicidad, la compartirías conmigo – digo en voz alta dejando salir algunas lagrimas
Ja! Como si él pudiera escucharme, estoy aquí a mitad del bosque llorando por última vez, ya yo derramare ni una lágrima más, es hora de afrontar la realidad, el no me quiere, no quiere que este feliz por eso se fue… o tal vez… si me quiere, pero no puede soportar que este con Edward así que se aleja pensando en mi de otra manera, pero… si ese fuera el caso pudo al menos despedirse…
La verdad el que ni siquiera me haya llamado o mandado una carta como despedida es lo que más me angustia y lo que más remordimientos me trae.
Este dolor que guardo en el pecho a causa de Jake, es tan parecido y tan diferente al que tenía respecto a Edward… pero en cierta forma es peor, con Edward era puro dolor de su abandono y desilusión de mi vida, con Jacob era dolor de su abandono, culpa por su escape de Forks y por su sufrimiento, rabia por no haberle dado y no poder darle lo que él me dio, preocupación pues no sé donde está ni cómo, y finalmente remordimiento…. Si hay algo que me ha causado angustia en esta vida ha sido Jacob Black… mi casi amante.
Caminamos a lo largo de una concurrida calle
Tú tomaste mi mano y bailaste conmigo
Imágenes
Y cuando te marchaste, besaste mis labios
Me dijiste que nunca olvidarías
Me dijiste que nunca olvidarías
Estas imágenes… No
No quiero verte infeliz
Pensé que tú deseabas lo mismo para mí
Ojala pudiera cambiar muchas cosas, ojala pudiera evitarnos el dolor a ambos, ojala pudiera quitar el recuerdo del sabor de tus labios en los míos, ojala pudiera olvidarte como pareces haberlo hecho tu conmigo, desearía estar segura de que me olvidaste, porque después de tanto prometerme lo contrario no quiero pensar que estás igual que yo.
No puedo ir al océano
No puedo conducir por las calles de noche
No puedo despertarme por la mañana
Sin tenerte en mi mente
Ahora te has ido y yo estoy atormentada
Y apuesto que tú estás perfectamente
Tan fácil te lo puse,
Entrar y salir así
¿De mi vida?
No puedo conducir por las calles de noche
No puedo despertarme por la mañana
Sin tenerte en mi mente
Ahora te has ido y yo estoy atormentada
Y apuesto que tú estás perfectamente
Tan fácil te lo puse,
Entrar y salir así
¿De mi vida?
Me levanto y comienzo a adentrarme aún más en el bosque, la verdad es que esto no me ha servido de nada, lo único que he hecho es recordar como lo necesito y que ya no está, pero lo peor que me he dado cuenta es nuca más lo va estar, a partir de hoy no volveré a ver a mi amigo, a partir de hoy es que lo acepto.
Siempre me eh considerado muy madura, pero en este momento siento ganas de hacer el peor berrinche de la historia… es que simplemente no lo entiendo, ¿por qué se fue?, al menos pudo despedirse.
El remordimiento me destruye poco a poco, pero es su recuerdo el que ya no soporto, es increíble como todo el tiempo pienso en él, últimamente no hago nada sin que este Jacob esté en mi mente, yo me pregunto si él está igual en ese sentido, pues no sé si él me sacó fácilmente de su vida, pero yo no lo he sacado a él… no puedo.
Realmente lo que deseo es su felicidad, no espero nada más solo quiero saber que es feliz y que está bien, aunque yo no lo esté.
Adiós, mi casi amante
Adiós, mi sueño desesperado
Intento, no pensar en ti
¿Por qué no puedes dejarme en paz?
Vete, mi romance infeliz
Te he dado la espalda y tuve que haber sabido,
Que me partirías el corazón,
Así como siempre lo hacen los casi amantes.
Adiós, mi sueño desesperado
Intento, no pensar en ti
¿Por qué no puedes dejarme en paz?
Vete, mi romance infeliz
Te he dado la espalda y tuve que haber sabido,
Que me partirías el corazón,
Así como siempre lo hacen los casi amantes.
- no sabes cuánta falta me haces Jake – susurro mirando hacia el horizonte
Un poderoso aullido se escucha a lo lejos, lo reconozco, me es tan familiar y mi corazón está contento, lo busco con la mirada pero no está, ¿será mi imaginación?, estoy por dar media vuelta y retornar a La Push pero otro aullido me lo impide, esta vez mi corazón se estremece, ese aullido se ha tornado melancólico y de tristeza, vuelvo a mirar en todas las direcciones y no lo encuentro.
Finalmente entiendo, el ha vuelto pero no para ser mi amigo nuevamente, ha vuelto para despedirse, de hecho esta es la despedida.
Una lágrima cae por mi mejilla, quisiera verlo, no me importa si es como lobo o como humano, solo quiero verlo… pero tomando en cuenta el dolor que le eh causado no tengo derecho a pedirle nada, si así quiere despedirse, así lo hare.
Levanto la mirada y veo delante de mi escondidos entre los matorrales 2 ojos observándome con tristeza, eso solo me hace derramar unas lagrimas más, pero sonrío el está aquí, lo miro a los ojos y le expreso en mi mirada todo el cariño que le tengo, lleno mis pulmones de aire y luego me despido con un simple susurro que engloba todas mis penas:
Adiós mi casi Amante
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hay!! me hiciste llorar que lindoo estuvooo :')
ResponderEliminarme encantooo :)
woo muy interesante o y ps espero que estes muy bien sigue asi
ResponderEliminarme gusta mucho el blog!!
ResponderEliminarte espero por el mio:
http://aquella-preciada-inocencia.blogspot.com
ahi que hermoso interesante hasta me emociones faltastico como siempre
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