De Vuelta a Casa

Vueltas a La Vida - Capítulo 1

¿Qué sucede cuando por amor sacrificas el amor? Y para 

empeorar es en vano…Dolor, traición, amor, pasión, sacrificio 

causaran el sufrimiento de cuatro personas

Que están confundidas en todo el sentido de la palabra…

Todos Humanos

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De Vuelta a Casa

Me encontraba mirando el paisaje de Phoenix a través de la ventanilla de un auto, definitivamente no extrañaría el calor de este lugar, mi madre y su nuevo esposo Phil me estaban llevando al aeropuerto, yo pasaría un año con mi padre, mientras mamá estabilizaba nuestra nueva vida por así decirlo, ella y Phil querían mudarse por trabajo y bla bla bla, suspire, hoy me rencontraría con mi padre y con mi hermana después de tantos años, 10 para ser exactos.

“Flash Back”

Después de que mi madre se dio cuenta de que no quería pasar su vida en Forks un pequeño pueblo donde siempre llueve y el clima por lo general es frio,  había tratado de persuadir a mi padre para salir de allí, pero Charlie es bastante inseguro, el vive la rutina el día a día y ya, de modo que se negó a dejar Forks.

Mi madre decidió irse de todos modos, alisto sus maletas, las de mi hermana y las mías, ella no quería decirle adiós a Charlie de frente, ella lo amaba pero también se quería a sí misma, y ella necesitaba superarse, René intento de todo por acostumbrarse a la rutina de Charlie pero todo fue en vano, se sentía sola, y en cierta forma lo estaba, Charlie no era de las personas cariñosas ni detallistas, ni con mamá ni con sus hijas.

Mamá nos dijo a Bella y a mí que nos iríamos de vacaciones, yo con solo 8 años me emocione, en cambio mi hermana con sus 12 años empezó a dudar de mamá, cuando bajábamos las escaleras para irnos mucho antes de que el turno de mi padre en la comisaria terminara, Bella se puso a llorar y yo la tome de la mano, ella siempre había sido sentimental, las cosas le afectaban demasiado.

-  ¿Qué sucede amor? – pregunto René a mi hermana

-  Quiero despedirme de papá – sollozo

-  ¿despedirse? – una voz irrumpió en el ambiente

Mire tras de mamá y estaba mi padre, bella también lo notó y corrió a abrazarlo, mi madre empezó a llorar, tomo las maletas y me jalo de la mano impulsándome a la puerta, mi padre se interpuso con mi hermana en brazos, mi madre sollozo y le explico entre lagrimas a mi padre lo que sentía y la decisión que había tomado.

Charlie dijo que lo sentía, que la dejaría ir si es lo que quería pero que había un problema… Nosotras… el dijo que no quería separarse de nosotros, mamá sollozo y dejo las maletas a un lado, Charlie bajo a Bella quien estaba llorando desconsoladamente, yo no entendía que sucedía pero llore al ver a mi hermana así, ella siempre había sido mi amiga, mi nana, mi todo, ella cuidaba de mí y yo trataba de hacer lo mismo con ella.

Nuestros padres se sentaron en la sala y empezaron a hablar, yo no deje de abrazar a Bella hasta que aparecieron frente a nosotros nuevamente.

-  Bella ¿quieres ir con tu madre? – pregunto Charlie

-  ¡¡NO!! Papá quiero quedarme contigo, aquí en Forks – sollozo mi hermana

-  Vendrías en vacaciones – dijo mamá con lagrimas

-  ¡¡NO!! Aquí están mis amigos, quiero quedarme – grito Bella y acto seguido se lanzo a los brazos de mi padre

-  Bien hija – le dijo mamá – me visitaras en vacaciones a mi entonces – mi hermana solo la miro mientras sollozaba

-  Vanessa despídete de tu padre – dijo mamá

-  ¿y por qué no me puedo quedar? – pregunte

-  Porque eres menor y necesitas más atención - dijo mi madre y yo empecé a sollozar 

Mi padre me abrazo y mi hermana también, ambas sollozamos y mi padre nos estrecho a ambas, luego mi madre me llevo al taxi que nos esperaba afuera, no deje de llorar hasta que quedé profundamente dormida recordando lo último que me dijo mi padre “siempre serás una Swan”

“Fin Flash Back”

Hoy en día tengo 18 años, solo he visto una vez a mi padre desde que dejamos Forks, a mi hermana la veía cada dos años en navidad y ya, ahí acababa nuestra relación familiar si es que se puede decir así, Bella y yo nos distanciamos mucho, no teníamos nada en común ¿era eso? o era que ¿ninguna sabía nada de la otra?, en fin sea lo que sea, ella y yo apenas y hablábamos y cuando venia nos dedicábamos a ver películas en silencio, si veíamos románticas las cuales eran sus favoritas, y mientras ella lloraba, yo me las arreglaba para mensajear con Jasper Cullen, mi mejor amigo y hermano menor de mi novio Edward Cullen, el estaba en la universidad así que incluso en mis vacaciones el estudiaba por lo que durante las películas Jasper era mi distracción, el era de mi edad e íbamos en la misma escuela por lo cual éramos unidos, de hecho fue por el que conocí a Edward.

Aquí en Phoenix estudiaba solamente Jasper quien había obtenido una beca en un programa de intercambio para aquellos que se destacaban en Ciencias o como yo decía “para sabe lo todos”, el resto de sus hermanos estudiaban en Forks.

No supe sino hasta que mi mamá llamó mi atención, que ya habíamos llegado, baje a regañadientes del auto, la verdad es que no soy muy afectuosa, René se quejaba de había heredado eso de Charlie, ¿tiene algo de malo querer tu espacio?, en fin no se me dan las demostraciones de afecto, y no quería pasar por la tortuosa despedida con lagrimas de mi madre.

Phil compró mi boleto y algunas botanas para mi viaje, mi madre empezó a preguntar si estaba llevando esto y aquello, yo solo asentía…

Nos sentamos a esperar que llamaran a abordar a los pasajeros, los segundos parecían horas, René empezó a darme consejos para aguantar a Charlie, la verdad yo no creía que tuviera problemas con él, si mi madre tenía razón y se parecía a mi, ambos viviríamos individualmente en la misma casa, lo cual me agradaba, solo había algo que me preocupaba, y era mi relación con Bella, sabía de ante mano que compartiría cuarto con ella, ¿nos llevaríamos bien? ¿Tendríamos algo de qué hablar?, eso el tiempo lo diría pero hasta entonces era incierto.

Por fin llego la hora de abordar el avión, mamá se soltó a llorar como predije, me apretó fuerte contra ella y le devolví el abrazo.

-  ¿Segura que quieres ir? – pregunto René

-  Si mamá, tranquila estaré bien, no te preocupes – respondí tranquila

-  Bien, pero ¿segura que no prefieres ir de viaje con nosotros?

-  Mamá, tu y Phil necesitan tiempo para ustedes, y a mí me hará bien visitar a mi hermana y a mi padre – le explique tratando de calmarla

-  Amor – dijo Phil – el avión se va – y mamá sollozo

-  Adiós Phil – me despedí

-  Cuídate pequeña – me abrazo y se retiro para que me despidiera de mi madre

-  Adiós mi niña bonita, cuídate, ya verás que nos volveremos a ver antes de que te des cuenta  - dijo mas para ella que para mi

-  Cuídate mamá y disfruta el viaje – me despedí

Estaba a punto de pasar por la puerta de ingreso, cuando mi mamá grito:

-  Bella te recogerá de Port Angeles, no te muevas del aeropuerto   

-  Ok – le respondí no tan alto

-  Suerte – escuche cuando atravesé la puerta

Sonreí para mis adentros, la verdad es que Phoenix nunca me gustó mucho que se diga, el cambio me vendría bien, aunque ojala no me estuviera yendo a Forks, iba de una jaula cálida a una fría, en fin al mal tiempo darle prisa, o eso dicen, de todos modos estaba acostumbrada a disfrutar de mis desgracias después de todo  era lo único  que tenía.

Aborde el avión y me senté en mi asiento, había pedido la ventana, me gustaba perderme en el paisaje, se anuncio que en 10 minutos partiríamos, me acomode mejor en mi asiento y fue cuando note a mi compañero, suspire ojalá me hubiera tocado sola, hice una mueca y escuche una risita, me gire y era mi acompañante, fruncí el seño extrañada.

-  Hola, soy Logan Newton – se presentó estirándome la mano

-  Vanessa  – respondí sonriendo y tomándole la mano - ¿Qué es tan gracioso?

-  Nada… es que pedí el asiento conjunto al que tu padre compró, y luego pensé en que tal vez el pasaje no era para ti y tenía miedo de terminar al lado de un hombre mayor – se río

-  Oh – no supe más que decir

Le dediqué una amplia sonrisa, o como  decía Edward la sonrisa matadora, la usaba cada vez que quería algo en este caso ponerlo incomodo y que me deje en paz, el se removió  un poco incomodo, pero no me quitaba la mirada de encima, nunca había tenido problemas con los chicos, usualmente  me perseguían buscando salir conmigo, cosa que casi nadie lograba, no soy  muy extrovertida que se diga, por eso me lleve bien con Jasper, el era como yo  en muchos aspectos, me había llegado a gustar o eso pensé pero luego me di cuenta que lo quería como a un hermano, y de todos modos el tenia  novia, era algo extraña la situación ya que eran hermanos adoptivos, pero en fin ¿Quién soy yo para juzgar?, sencillo nadie, además no eran los únicos en su casa con ese tipo de relación.                                                                           

Los Cullen no  podían tener hijos de modo que decidieron adoptar, sus hijos eran 5, Jasper y su hermana gemela Rosalie, Alice, la novia de Jasper y según Rosalie la excéntrica con estilo – reí para mis adentros, no había mejor definición para ella pero de buena forma – y finalmente Emmet el novio de Rosalie y Edward el chico que ocupa mis pensamientos – suspiro, hace tanto que no lo veo.

Mi relación con Edward no es bien vista casi por nadie, ni mi madre ni  Phil y ninguno de mis amigos la aprueba, bueno a excepción de Jasper, sé que es algo inapropiada pues es 5 años mayor que yo pero ¿y qué?; yo lo amo y él me ama y respeta y para mí eso es lo único que importa…

-  y ¿vas a Port Angeles de vacaciones? – vuelvo a la realidad con la intervención de Logan

- hmm no, en realidad voy a vivir a Forks – digo como quien no quiere la cosa

- oh yo vivo allí, irás al instituto ¿verdad? – dice sonriente

- sí, estoy en último año – contesto

 - ¿cuál es tu apellido? – pregunta entusiasmado

- Swan, soy Vanessa Swan – le sonrío amigablemente, no estaría mal tener un amigo para variar en este lugar

- así que eres una Swan, mi hermano es amigo de tu hermana Bella, vaya que coincidencia – dice aún más entusiasmado

- oh claro Bella – respondo sin saber que más decir

El está a punto de decir algo pero un aviso del piloto sobre nuestro aterrizaje lo interrumpe.

Nos colocamos el cinturón de seguridad y esperamos que el avión termine de descender, cuando lo hizo ambos nos miramos y sonreímos al unísono, nos levantamos sin decir nada y recogimos nuestro equipaje, al llegar la recepción inicie una búsqueda silenciosa de mi hermana pero no tuve suerte.

Me acerqué a una ventana que mostraba el exterior, la calle estaba parcialmente obscura, ¿Qué haría si Bella no llegaba por mí?

- bienvenida a Port Angeles, ¿te llevo a Forks? – pregunta Logan cerca de mi oído, me alejo automáticamente

- no gracias Bella vendrá por mi – respondo cortante

- lamento si me acerque demasiado – se disculpa – quiero mostrarte el instituto el lunes, si gustas – ofrece

- claro, estaría bien – digo ya sin escucharlo

- bien, ten mi teléfono – me alcanza un papel con un número escrito – llámame si me necesitas o si quieres ese tour

- gracias – respondo dándole un beso en su mejilla – nos vemos el lunes

Una vez que me despedí me fui a la oficina de información a pedir un taxi o algo, estoy a punto de hablarle a la encargada cuando una voz se escucha a mis espaldas.

- Vanessa ¿eres tú?

Me doy la vuelta y veo a un hombre moreno, alto, musculoso… un manjar para la vista, entreabro los labios queriendo responder pero nada sale de mi boca, solo consigo asentir

- uh que suerte por un momento pensé que no eras tú – me observa como esperando que diga algo pero aún no respondo, algo en él me resulta familiar pero… ¿qué?

- tal vez no te acuerdes de mi, Bella me pidió que te recogiera – se toca el puente de la nariz – soy Jacob Black, tu amigo de la Infancia – me sonríe

Y esa sonrisa me cae como agua fría, una imagen de un niño tomándome la mano y ayudándome a subir a un acantilado se me viene a la mente, y esa sonrisa también aparece en recuerdos en todos los ángulos posibles.

- ¿Jake? – pregunto sin poderlo creer, dejé de verlo el día que me fui de Forks y esa vez ni siquiera pude despedirme

- el mismo, ¿cómo has estado Nessie? – me dice el apodo que me puso cuando era niña